Ansu Fati se marchó del Camp Nou con una sonrisa de oreja a oreja. No en vano, el estreno de la temporada oficial no le pudo ir mejor. Por lo pronto, se ha convertido en la opción preferida de Ronald Koeman para formar en ataque al lado de Antoine Griezmann, Philippe Coutinho y, sobre todo, Leo Messi, ganándole la partida a Ousmane Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del club. Y, sobre todo, por cómo le salieron las cosas: consiguió sumar dos goles más a su cuenta anotadora como azulgrana, los dos primeros del equipo en competición oficial, y forzó el penalti que le permitió al argentino sumar su decimoséptima temporada consecutiva marcando para el Barça. El técnico holandés, sin embargo, aún espera que el presidente Bartomeu le corresponda con un delantero centro. Koeman no piensa desistir.
El capitán azulgrana no es sólo su gran referente. También, su máximo apoyo, tanto sobre el césped como en el día a día. «Messi me ayuda mucho. Siempre me da consejos, tanto en los entrenamientos como en el campo», confesó el joven crack azulgrana en declaraciones a Movistar LaLiga. En poco más de un año, las cosas han cambiado mucho para él. Muchísimo. Ahora, es a todos los efectos jugador del primer equipo del Barça. Con cláusula de estrella, de 400 millones de euros, pero con una actitud que indica que aún tiene los pies firmemente apoyados en el suelo. «Bueno, poco a poco, aún», señaló con cierta timidez cuando desde Barça TV le preguntaron si ya se lo cree o si sigue viviendo un sueño. «Estoy jugando con los mejores y cada partido y cada oportunidad que tengo intento afrontarlos con la máxima ilusión posible», insistió el joven delantero azulgrana.