La autocrática manera de dirigir los designios del Valencia Club de Fútbol han colocado de nuevo a Peter Lim, su dueño desde 2014, en la picota. La afición ché ha volcado sus iras hacia el magnate singapurense, al que culpan de las derrotas deportivas y cuya responsabilidad es máxima por despedir a Albert Celades.
Kim Lim, la hija del dueño, ha salido en defensa de los intereses de su padre y de su familia, en general. En un post en stories de instagram que posteriormente borró, apuntó directamente a los fans que les abroncan por las redes sociales:
«Aquí vamos otra vez. Algunos aficionados del Valencia están criticando y maldiciendo a mi familia y a mí. ¿No lo cogen? El club es nuestro y podemos hacer lo que queramos con él y nadie puede decirnos nada», dejó escrito, despóticamente, antes de arrepentirse.