Se ha estado preguntando el Athletic durante mucho tiempo quién llenaría el futuro vacío, ya presente, que tarde o temprano iba a dejar Aritz Aduriz. En la duda residía el miedo a una orfandad goleadora cuya solución debía llegar de Lezama, la respuesta más habitual a los problemas.
Y quizá lo sea dentro de un tiempo pero, por el momento, quien mantiene izada la bandera es Raúl García. 15 goles ya esta temporada, dos en el fundamental encuentro de este domingo contra el Levante, para quien ya es sin ninguna duda el delantero centro de este Athletic que se agarra a la pelea por estar en Europa el próximo curso. [1-2: Narración y estadística]
Quien siempre fue mediapunta está hoy a un solo tanto de ser el máximo goleador nacional del campeonato, por descontado el líder anotador del Athletic y su futbolista más determinante. La estadística, a veces engañosa, es abrumadoramente clara sobre la incidencia del navarro en el conjunto rojiblanco: en los cinco partidos de la temporada en los que no ha sido titular, el Athletic ha cosechado un empate y cuatro derrotas. Los tres en los que no ha participado ni un minuto, los de Garitano no han sumado ni un punto.
Regresaba este domingo tras cumplir sanción por tarjetas contra el Sevilla y fue el estilete con el que el Athletic derrotó en La Nucía a un Levante al que se le notó durante demasiados minutos que ya tiene hechos los deberes de la temporada. Le faltó ese punto de tensión y concentración imprescindible para hacer frente a un oponente intenso y necesitado de victorias para poder competir el año que viene en la Europa League. Los de Garitano hicieron su trabajo, pero necesitan seguir avanzando sin errores y que sus rivales se dejen puntos. Es una lucha por dos puestos contra Getafe, Real Sociedad, Valencia y Granada en la que los bilbaínos arrancaban la jornada cerrando el pelotón.
Esa desventaja se esfumó a los cuatros minutos del duelo disputado en el Camilo Cano. De Marcos, relevo del lesionado Capa, profundizó por su banda como en los viejos tiempos y sacó un centro sin aparente peligro. El despeje de cabeza de Vezo, sin embargo, fue tan malo que el balón le quedó a Raúl García entre la frontal y el punto de penalti. No era sencillo el remate, pero el catálogo de recursos técnicos del navarro es tan amplio que el balón acabó en el fondo de la portería.