Sergiño Dest no llegará a la veintena hasta el próximo mes de noviembre. Pero en el Barcelona -especialmente Ronald Koeman- están convencidos de que ya está preparado para ser el lateral derecho titular del primer equipo. Una posición maldita desde que en el verano de 2016 el club prejubiló, quizá antes de tiempo, a Dani Alves. Una orilla a la que tuvo que habituarse a contracorriente Sergi Roberto, y por la que han pasado futbolistas de extrema intrascendencia como Douglas, Aleix Vidal, Wagué o el recién traspasado Semedo. Sergiño Dest debería llenar ese socavón tantas veces explotado por los rivales en los grandes derrumbes continentales de los últimos tiempos.
Tiritando como están las arcas del Barcelona por mucho que el último negocio de Jorge Mendes con Semedo proporcionara al club azulgrana 30 millones de euros más otros 10 en variables por su traspaso al Wolverhampton, la contratación de Sergiño Dest no escapa a la ingeniería financiera. El Ajax de Amsterdam, pese al interés del Bayern, ha acabado facilitando la venta con un pago a plazos por parte de la entidad azulgrana de 21 millones de euros más otros cinco en incentivos. Dest firma un contrato para las próximas cinco temporadas, con una cláusula de 400 millones de euros. Será presentado este viernes.
Koeman, que aún espera un último esfuerzo por parte de la directiva de Josep Maria Bartomeu antes del cierre del mercado de fichajes (5 de octubre) para incorporar a un delantero centro (su deseo es Memphis Depay) y a un central (se negocia por Eric García), tiene una especial predilección por Dest. Nacido en Almere (Países Bajos) y de padre surinamés-estadounidense y madre holandesa, Koeman intentó que el carrilero jugara para la selección neerlandesa. No lo consiguió. Dest priorizó representar a Estados Unidos, en cuyas categorías inferiores ha coincidido con el también barcelonista Konrad de la Fuente.