El nombre del Atalanta saltó de las páginas de información deportiva a las generalistas en marzo, en pleno arranque de la mayor pandemia de los últimos 100 años en todo el mundo.
El equipo de Bérgamo, rival del Real Madrid en octavos de Champions, se convirtió en uno de los focos que trajeron el coronavirus a España, después de que se permitiera el acceso del público del Valencia al terreno de juego. De hecho, el veterano entrenador del equipo lombardo, Gian Piero Gasperini, confesó tiempo después que él ya padecía la enfermedad durante esa eliminatoria.
Meses después, y bajo un silencio total de las autoridades con respecto a aquella inconsciente actuación, el Atalanta se mantiene como un equipo en crecimiento. Más allá de lo ocurrido en aquellas fechas, el equipo italiano quiere subir de nivel para demostrar que aquella clasificación para cuartos de final no fue cosa de un día.