Cuando Juan Eduardo Esnáider ganó con 20 años su primera Copa del Rey con el Real Madrid de Benito Floro ya pudo festejarlo con su bebé, Juan, que apenas tenía un año. Casi tres décadas después, aquel Esnáider ha sacado su gen goleador para llevar al Navalcarnero de Segunda B al bombo de los octavos de final. Su doblete fue definitivo para darle la vuelta a un marcador en el que se había adelantado el Eibar con un tanto tempranero de Muto.
No esperaban sufrir los de José Luis Mendilibar, hasta que se encontraron el empate de penalti y apareció Esnáider para sacarlos de la competición. «He sentido vergüenza», admitía el técnico armero al final del encuentro. Su verdugo tiene apellido ilustre, pero su trayectoria no tiene el brillo de la de su padre, que alzó la Copa del Rey tres veces, una con el Real Madrid y dos con el Zaragoza. Juan se formó en la cantera del Real Madrid y del Villarreal, pero su trayectoria está ligada a la Segunda B.
Sólo una temporada en el Zaragoza y otra en el Huesca avanzó de categoría, para después recalar en el Toledo y, tras una breve incursión en el Laussane suizo, encadenar el Mérida, el Tudelano y el Navalcarnero. «Es momento de disfrutar. Lo que hemos hecho tiene mucho mérito y seguro que mi padre lo está disfrutando en Argentina, tomando el sol», explicaba el goleador.